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GRAFOANÁLISIS - CARRERA: Grafología Científica - Grafología Emocional - Grafología Aplicada - ESPECIALIZACIONES - SEMINARIOS -

jueves, 18 de agosto de 2011

Mandalas

¿De qué se trata?

Podemos definir a los mandalas como un "círculo sagrado, disco, rueda, totalidad, experiencia de centración"
En los últimos tiempos se ha expandido la propuesta del trabajo con mandalas, que constituye una fuerte experiencia de centración, una bella vivencia meditativa y creativa que nos invita a conectarnos con el eje, a volver al propio centro.
Fue Carl G. Jung quien introdujo en Occidente, los mandalas y su aplicación en la psicoterapia. Él acostumbraba interpretar sus propios sueños dibujando un mandala; al hacerlo captó la relación que tenía con su centro y a partir de allí, elaboró una teoría sobre la estructura del psiquismo humano. El analista de los arquetipos había descubierto que estas imágenes circulares representaban la totalidad de la mente, tanto consciente como inconsciente. Afirmaba que constituían una de las formas simbólicas, ancladas en el incosciente colectivo, con la que se manifiesta el arquetipo de Si Mismo, también conocido como Self o Yo profundo.
Según Jung: "El Self o Sí mismo es como la mónada (unidad)) que soy  y que es mi mundo. El mandala representa esa mónada y se corresponde con la naturaleza microcósmica de la psique"

Dibujar y pintar mandalas, constituye una experiencia equilibradora que puede ayudar a centrarnos cuando estamos dispersos. Se trata de una figura, comunmente el círculo, sobre el cual se dibujan diferentes formas geométricas que se van combinando de modo armónico, creativo y manteniendo cierta simetría. Las más utilizadas son el círculo, el triángulo, el cuadrado, lacruz y el rectángulo, que se organizan en torno a un centro, siendo ésta la característica común a todo mandala, a pesar de la variedad de diseños posibles.
Este diagrama concéntrico puede también contener objetos y formas, ideas, símbolos, etc. El mandala aporta gran cantidad de información del psiquismo del autor, de la cual generalmente, éste permanece inconsciente. El primer mandala genera habitualmente un efecto catártico y liberador, que muchas veces puede aparecer, en formas y colores, de modo caótico y desordenado. Es por ello que resulta conveniente realizar un segundo trabajo, que tenderá a ordenar y equilibrar los excesos, desbalances y desarmonías, para lograr armonizar lo manifestado en el anterior. Los colores seleccionados son significativos, así como el manejo del espacio, cuya interpretación puede ser leída aplicando el simbolismo del espacio como lo hacemos en grafología y todos los test proyectivos.
Los movimientos centrífugos, es decir, los que se inician en el centro y se despliegan hacia el exterior, suelen llevar hacia la expresión, exteriorización de lo que estuvo previamente concentrado, centralizado, guardado.
Los trazados centrípetos, es decir, aquellos que se conducen de la periferia hacia el centro, de afuera hacia adentro, de la dispersión a la concentración, señalan el recorrido de la conciencia en la búsqueda de la conexión interior, del silencio aclarador y del encuentro del sí mismo.

A probar!!!

Margarita Moreno
Grafoanalista





lunes, 8 de agosto de 2011

Y el resentimiento, ¿dónde está?

El resentimiento es aquello que nos deja anclados en el pasado, en situaciones ya vividas que han producido dolor y que no queremos perdonar, ni soltar, como si al hacerlo castigáramos de alguna manera a aquel o aquello que lo generó, cuando, en realidad, quienes verdaderaemnte se dañan somos nosotros mismos, al sentir una y otra vez (re-sentir) y no dejar partir la vivencia guardadas con su carga emocional.

El resentimeinto en el grafismo puede registrarse en:

* La marcada presencia de ángulos, acerados, triángulos cerrados o abiertos.

* Riguidez de los trazos, que no fluyen con soltura y flexibilidad en la hoja.

* Fuerte presión que marca la intensidad de emociones como la rabia, la agresión.

* Ganchos en los trazos iniciales que nacen en la zona inferior, señalando el aferramiento a cuestiones pasadas y la falta de disposición para soltarlas.

* Óvalos angulos que denotan la presencia de un estado interno de resentimiento, una actitud defensiva y alerta del "yo" ante estímulos de tipo afectivo.

Recordemos que toda situación, no perdonada, es una situación inconclusa y que ello conduce a una detención  de la energía vital.

Margarita Moreno
Grafoanalista


    martes, 2 de agosto de 2011

    Rasgos gráficos que marcan ausencia de Inteligencia Emocional

    En la nota anterior les hablé de los rasgos que marcan la Inteligencia emocional, ahora veremos lo contrario, rasgos gráficos que marcan la ausencia de inteligencia emocional.

    • La presencia de óvalos partidos (sea vertical u horizontalmente) expresa disociaciones en la manifestación de la personalidad. Las mismas pueden darse entre el pensar, el sentir y el hacer, o entre el comportamiento que en un ambiente es de determinada manera y en otro círculo resulta de otra. A veces puede detectarse un marcado corte en la forma de expresarse de un individuo con respecto a sus íntimos y lo que muestra de sí en el mundo externo.

    • La actitud defensiva, de esconder heridas no elaboradas y resentimientos puede percibirse en una inclinación invertida de la escritura, en rasgos regresivos, en óvalos muy cerrados.

    • La dificultad para escuchar al otro puede detectarse en las barras de “t” colocadas muy altas en el recorrido del hampa. Cuanta más alta la barra, mayor será la sordera psíquica y el nivel de soberbia mental. La falta de humildad para reconocer el propio error también podrá verse en este rasgo gráfico.

    • El resentimiento se observa en trazados rígidos, angulosos, con trazos iniciales que nacen en la 3ra zona con ganchos o arpón.

    • Los trazos finales pueden presentar acerados a modo de descarga emocional agresiva al entrar en contacto con los otros.

    • Se considera a la letra ”c” la letra del egoísmo, si hay ganchos, espirales, bucles en la zona inicial indicará la fuerza con que el individuo se apega a experiencias del pasado. Simplificar las “c” ayudará a soltar y ser menos egoísta.
                                                                                       Margarita Moreno