Inteligencia Emocional en el grafismo

Qué bueno es aprender a reconocer el propio sentir, comprender las motivaciones más profundas que lo disparan y gobernar con inteligencia lo que nos acontece por dentro y la posibilidad de llevar a cabo acciones más coherentes y efectivas. Y digo “posibilidad” porque será nuestra propia libertad de elección la que decidirá (apoyada por los valores personales) qué hacer y qué no hacer.

El grafismo y sus diversas manifestaciones, una vez más, pueden ayudarnos convirtiéndose en fieles detectores de nuestra inteligencia emocional.

• La presencia de un ambiente gráfico positivo (sin tachaduras, borrones, repasos, etc.)  señalará armonía emocional y equilibrio de las distintas funciones psíquicas y orgánicas.

• La claridad y legibilidad marcarán claridad de pensamiento y orden en las ideas.

• La humildad para reconocer el propio error podrá verse en barras de “t” colocadas a las ¾ partes de la altura del hampa.

• Una escritura moderadamente inclinada (entre 110º y 120º) dará equilibrio entre sensibilidad y razón, entre emoción y lógica. No habrá excesos de racionalidad (inclinación vertical), ni de emocionalidad (muy inclinada).

• La simplicidad y sencillez en la personalidad se notarán en una escritura sin ornamentos innecesarios, rebuscados, ni rasgos artificiales o superfluos.

• Una buena presión en los rasgos hablará de buen nivel de salud psicofísica, energía y vitalidad.

• La amabilidad, trato agradable con los demás se podrán detectar en las guirnaldas y en la presencia de algunos bucles (en contraposición con los trazos filosos y acerados que pueden aparecer en finales de letras y palabras).

• El buen manejo social también se observará en el uso adecuado del margen derecho y la inclinación de las letras.

• Un equilibrio entre la autoprotección, como actitud defensiva, y la disposición a la influencia puede observarse en aquella persona que tiene que tiene criterios firmes y que a su vez sabe permanecer abierta a nuevas perspectivas, a nuevos conocimientos y puntos de vista. En la escritura podrá observarse el equilibrio entre arcos y guirnaldas a lo largo del texto.

• La presencia de óvalos moderadamente abiertos arriba y a derecha manifestará una personalidad franca, espontánea y abierta a la expresión de sentimientos y pensamientos en la comunicación con los demás.

• Un rumbo claro con objetivos definidos y motivantes, una conducta con disciplina para alcanzarlos puede observarse en una dirección rectilínea de los renglones y/o moderadamente ascendentes, acompañada de una barra de “t” equilibrada entre izquierda y derecha, que cruza el hampa con buen nivel de energía y determinación.

Margarita Moreno

Grafoanalista