Hablando de Firma... Cuando una persona cambia su firma, es por alguna razón importante. La firma es, al fin y al cabo, la huella de nuestra posesión más íntima, aquella que nos ha acompañado desde que nacimos y nos acompañará durante toda la vida. Nuestro nombre es lo que nos distingue, es la única palabra que será verdaderamente nuestra.
Cuando lo escribimos, no sólo nos limitamos a juntar cada una de las letras, sino que intentamos darle un movimiento personal al trazo. A menudo, ni tan siquiera es legible, un solo gesto, un simple garabato en el que se concentran todas las cualidades que deseamos reflejar y bastan, para vernos representados. Es por ello que todo cambio de firma implica un cambio profundo. Quien desea firmar de otra manera es porque ha decidido ser, en cierto modo diferente, ( a mí me pasó)
Por ejemplo, si una persona que siempre firmaba con una letra o una rúbrica muy pequeña y envolvente, y ahora lo hace con otra más grande, abierta y sin cubrir, es porque seguramente habrá ganado una mayor seguridad. Ya no es necesario sentirse protegido hasta en ese gesto tan inocente.
Si el cambio se produce espontáneamente, indica que la transformación personal ha sido natural y fluida. Otras veces, la persona, aunque inconsciente de su malestar, intuye que su firma es inmadura y da una imagen equivocada de lo que es en realidad. No es raro ver como muchas personas se pasan toda una tarde o más tiempo haciendo pruebas hasta encontrar la firma que más le gusta. (Yo no lo pude lograr)
Esta forma de cambiar obedece a una crisis y debe entenderse como un cambio de piel.
Sin embargo, es poco creíble cuando la persona dice que va a cambiar de firma para cambiar de personalidad, forzando el trazo hasta lo indecible.
La firma, además de la representación de nuestro yo esencial, es también una importante tarjeta de presentación. Por eso nos sentimos impulsados a cuidarla y mimarla, tanto para gustarnos a nosotros mismos como a los demás.
Pero siempre va a reflejar el estilo y el yo interior de cada uno.
Margarita Moreno
Marzo 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario